Nuestra Visión

Nuestra Visión Psicojurídica Humanista

En Humanamente Jurídico sostenemos una visión psicojurídica humanista que integra la dimensión emocional de las personas con la complejidad de los procesos legales. Creemos que no se puede hacer justicia sin humanidad, ni brindar contención sin una comprensión estructurada del conflicto. Esta convicción es el fundamento de todo lo que hacemos.

Una visión centrada en la persona

Nuestro trabajo se sostiene en la certeza de que cada caso es una historia única. Detrás de cada expediente, de cada solicitud o demanda, hay una persona que está atravesando un proceso vital, muchas veces doloroso, confuso o desgastante. Nuestra visión humanista nos invita a mirar más allá del síntoma, del delito o del litigio, para reconocer el contexto, la subjetividad y la historia personal de quien consulta.

En este sentido, nuestra intervención no se limita al campo técnico del derecho o la salud mental. Se extiende a una forma ética de estar con el otro, que implica escucha activa, sensibilidad, respeto por los tiempos internos y claridad profesional para acompañar decisiones difíciles.

La justicia no puede estar disociada del sufrimiento humano

Nuestra experiencia nos ha enseñado que muchas veces quienes se enfrentan a tribunales, peritajes o intervenciones legales, lo hacen desde lugares de fragilidad emocional. Divorcios conflictivos, situaciones de violencia, disputas por la custodia de hijos, denuncias penales o negligencia institucional, son procesos que dejan marcas psíquicas.

Por eso, nuestra visión psicojurídica humanista nos exige intervenir con cuidado, sin neutralizar el dolor ni negarlo con tecnicismos. Buscamos construir una justicia que escuche, que repare, que sea comprensible, y que reconozca a cada persona en su integridad.

Más que respuestas: sentido

No creemos en soluciones estándar ni en intervenciones mecánicas. Apostamos por estrategias construidas junto a quienes nos consultan, con claridad jurídica pero también con apertura emocional. Muchas veces, lo que alguien necesita no es solo resolver un trámite, sino poder narrar su historia y encontrar sentido en lo que está viviendo.

Por eso, nuestra práctica está atravesada por preguntas: ¿Qué le pasa a esta persona además de lo legal? ¿Cómo se articula su sufrimiento con el conflicto judicial? ¿Qué podemos ofrecerle, desde lo técnico y desde lo humano, que le devuelva confianza, agencia y dignidad?

Lo que nos guía

  • La subjetividad es central: Cada persona es única. Ningún diagnóstico, informe o asesoría puede partir del supuesto de que todos los casos son iguales.
  • Lo técnico al servicio de lo humano: La ley y la clínica no son fines en sí mismos. Son herramientas para cuidar, contener, acompañar y orientar.
  • Intervención responsable: Sabemos que nuestras acciones tienen impacto en tribunales, en instituciones y en la vida íntima de las personas. Por eso intervenimos con rigor, sin improvisaciones.
  • Ética del cuidado: Nuestra visión se basa en el respeto, la coherencia y el compromiso real con quienes confían en nosotros.

Una visión que también es un compromiso

Nuestra visión no es solo una declaración de principios. Es una forma de actuar, decidir y acompañar. Nos guía en cada entrevista, en cada informe, en cada escrito legal y en cada intervención terapéutica. Nos recuerda que no trabajamos con expedientes, sino con personas. Y que el derecho, para ser justo, necesita escuchar.

Humanamente Jurídico es, ante todo, una forma ética y empática de estar en el mundo profesional. Una visión que transforma el modo en que se entiende y se practica la justicia en Chile.